Ser un buen anfitrión

Modificado el Jue, 26 Jun a 2:02 P. M.

El mercado del alquiler vacacional está más activo que nunca, y tú puedes ser parte de los anfitriones que marcan la diferencia. ¿Cómo lograrlo? Con pequeños detalles que generan grandes experiencias.

¡Recuerda! Ser un buen anfitrión no solo mejora la experiencia de tus huéspedes, también aumenta tus valoraciones, reservas y recomendaciones.

Aquí te compartimos las claves para convertirte en un gran anfitrión:

  1. Ofrece recomendaciones turísticas

Recuerda que los turistas que visitan tu ciudad quieren aprovechar al máximo cada minuto de su estancia. Muchos de ellos no tienen tiempo para investigar a fondo y valoran enormemente los consejos auténticos de alguien que conoce bien la zona. Aquí es donde tú, como anfitrión, puedes marcar la diferencia.

Proporcionar una lista de recomendaciones personalizadas —ya sea de lugares que visitar, restaurantes con encanto, cafeterías especiales o experiencias únicas— no solo hará que sus días sean más fáciles y enriquecedores, sino que también contribuirá a mejorar notablemente tu reputación como anfitrión atento y comprometido.

Te invitamos a utilizar esta oportunidad para destacar aquellos rincones especiales que no suelen aparecer en las guías turísticas, como un bar con vistas escondidas, una panadería artesanal de barrio o una plaza tranquila ideal para leer. Además, puedes advertir sobre zonas o atracciones que no valen tanto la pena, ayudando así a tus huéspedes a evitar decepciones.

En Hostinn hemos diseñado una plantilla especial con recomendaciones personalizadas, pensada para ayudarte a ofrecer una experiencia más auténtica y cercana a tus huéspedes. Puedes imprimir la plantilla y colocarla en un lugar visible del alojamiento, o si lo prefieres, puedes enviársela por adelantado. 

Descargar documento.

  1. El trato cercano marca la diferencia

Tus huéspedes valorarán mucho que les ofrezcas un trato amable y personalizado. Una cálida bienvenida al llegar, acompañada de una actitud cordial y abierta, les hará sentirse cómodos desde el primer momento.

También es importante que estés pendiente de ellos durante la estancia, mostrando disponibilidad por si necesitan algo, pero sin llegar a agobiar. Ese equilibrio entre atención y respeto por su espacio es clave para generar una experiencia agradable y dejar una excelente impresión.

  1. Da valor a tu vivienda aportando pequeños detalles

Aunque a simple vista puedan parecer insignificantes, los pequeños detalles son los que más peso tienen en la experiencia global del huésped. No es necesario invertir en artículos de lujo ni hacer grandes gestos; lo que realmente se valora es la intención y el cuidado con el que preparas tu alojamiento. Un entorno que demuestra atención y dedicación se nota… y se agradece.

Además, recuerda que tus huéspedes pueden venir de distintas partes del mundo, con necesidades y costumbres muy diversas. Pensar en ellos es un plus: deja a mano cargadores universales, productos de aseo esenciales, revistas o guías sobre la ciudad, y ofrece acceso a plataformas de streaming. Incluso los gestos más sencillos —como unas flores frescas, una botella de agua en la nevera o un mensaje de bienvenida escrito a mano— pueden marcar la diferencia. Todo suma cuando se trata de crear una estancia inolvidable.

En resumen, ser un buen anfitrión se basa en cuidar los detalles, ofrecer un trato cercano y brindar experiencias auténticas que hagan sentir a tus huéspedes como en casa.

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